Hace poco menos de un año que comencé este blog. Empiezan a aparecer por aquí personas que navegan entre internet y redes sociales y, gracias a extraños algoritmos, hacen click en alguno de los enlaces que —por ahora— me pertenecen. Querido internauta, bienvenido. Si no sabes bien qué estás haciendo aquí no te preocupes, yo a veces tampoco. Si sientes algo de curiosidad, te doy el mismo consejo de siempre: sujétate al café y sigue leyendo.
Este proyecto comenzó porque tenía ganas de hacer algo para volver a acercarme a la literatura; aunque solo fuera para meter una novela aquí y allá, entre las costuras de mis obligaciones o, simplemente, escribir tres líneas en una servilleta. Había —y todavía hay—cientos de razones para no intentarlo: consume tiempo y no da dinero, no tengo ningún título académico que valide lo que escribo y tampoco tengo muy claro hacia dónde va y si alguien lo encontrará de valor. Sin embargo, creo que la lectura nos da una mejor forma de vida, más pausada; con menos ruido. Nos ayuda a escapar de la enajenación que sentimos a veces: hay cierta claridad en la palabra escrita. Por este motivo, he querido crear un rincón dónde quien busque el empujoncito para pasar la siguiente página o coger el lápiz, lo encuentre.
Este blog se centra en recoger reseñas escritas en castellano, que cumplen con dos criterios:
- Reseñas documentadas con referencias y abiertas a comentarios, que contengan no solo una opinión subjetiva, si no también información relevante del contexto, la forma y el contenido.
- Reseñas escritas en un lenguaje claro y accesible: son para todos.
Si no estás buscando una novela, y te inclinas más por el formato corto, te recomiendo la sección de relatos y/o un poquito de Entre Libros, cuando te entren ganas de no-ficción.
Si notas que algo falta por aquí, no es motivo de preocupación, siempre puedes colaborar enviando tus textos; y se respetará tu autoría si alguna de tus aportaciones es publicada.
Eso es todo por ahora, pero antes de irte, recuerda: cuanto más lees, menos necesitas.